domingo, 12 de octubre de 2014

EL PODER DE LA IMAGEN

Hace una semana, gracias a mi hermano, descubrí una noticia que, por lo reciente de la misma, me pareció un buen punto de partida para abordar un tema tan trillado como es el poder de la imagen y sus consecuencias. Se trata de una dura historia sucedida en la India a finales de mayo de este mismo año.

En un pequeño pueblo de la india, dos primas de 12 y 14 años respectivamente fueron violadas en grupo y colgadas bajo un mango. A pesar de los esfuerzos del padre de la menor de ellas, las autoridades policiales no llevaron a cabo ninguna investigación escudándose en la baja casta de las jóvenes. Habrían sido dos ejemplos más de la aparente impunidad de la que gozan este tipo de crímenes en la India de no ser por la polémica decisión del padre de dejar los cuerpos colgados para que la gente pudiera verlos. A partir de entonces empezaron a aparecer, en primer lugar, unas fotos de las jóvenes de muy baja calidad realizadas con teléfonos móviles y , posteriormente el New York Times mostró la fotografía de una de las chicas de hombros para abajo con sus pies colgando y un grupo de vecinos mirando



La foto, realizada por el fotoperiodista freelance indio Kuldeep Sharma rápidamente se hizo viral atrayendo la atención mundial. Gracias a la presión internacional generada por dicha fotografía, se llevaron a cabo tres arrestos así como la destitución del jefe de policía.



Este es un buen ejemplo de como una fotografía puede concienciar y sensibilizar sobre un tema de importancia consiguiendo no solo mejorar la situación sobre el terreno si no también condicionando la visión que nos llega al exterior. Por desgracia este tipo de fotos no siempre ven la luz.

Así sucedió en el caso de la fotografía que realizó  Kenneth Jarecke durante la Guerra del Golfo (1991), mientras captaba el momento en el que un soldado iraquí  intentaba salir de su coche en llamas tras ser atacado por el ejército estadounidense, finalmente tomó una  fotografía de un impacto brutal.



Esta instantánea fue rechazada por los medios americanos, entre los que se contaban la revista Time y Associated Press. Bien es cierto que muchos meses después apareció en American Photo donde provocó una gran controversia que, sin embargo llegaba tarde.
El primer motivo que se nos viene a la cabeza para que la foto no fuese publicada, es la tremenda crudeza de esta, a pesar de que otras fotos muy duras han llegado a tener gran repercusión e incluso ser ganadoras de prestigiosos premios de fotoperiodismo.

 Eddie Adams Pulitzer 1969
 Paul Hansen ganadora del premio World Press Photo 2012
Greg Marinovich pilitzer 1991

Por ello me pregunto, ¿es posible que midamos la dureza de las imágenes según intereses políticos y económicos? ¿puede que esta foto en concreto nos hiciese empatizar  con el ejercito iraquí más de lo que le hubiese gustado a Estados Unidos?

Parece claro, bajo mi punto de vista, que el fotoperiodista  intenta luchar por traernos la realidad que está viendo,sin tapujos, a pesar de chocarse contra intereses, censura y críticas.

Cierto es que siempre veremos la firma de cada fotoperiodista a través de su ojo fotográfico ya sea transmitiéndonos un mensaje directo y crudo o en ocasiones  fotografías incluso poéticas  que para algunos son consideradas verdaderas obras de arte. 

Samuel Aranda Wordpress Photo 2012

Trabajo de Pep Bonet en un Manicomio de Sierra Leona
Gervasio Sanchez en Bosnia
Javier Manzano Pulitzer 2013

En ambos casos estoy seguro de que no les mueve un interés económico o de ganar premios, solo un interes informativo.




Como declaró para Rtve el fotoperiodista Gervasio Sanchez

“El periodista que va a una zona de conflicto tiene que sentir el dolor de las víctimas si quiere transmitir con decencia… Es tan peligroso que, ir a una guerra sin razones de peso, es una estupidez. Esas razones no son ganar premios, sino documentar lo que está ocurriendo”